Agotado en la reseca arena del desierto gris
Arrastre el último halito de vida
Que me quedaba
La sed me ahogaba
En la resequedad de mi alma ida
Y entonces escuche una voz
Levántate! Continúa tu andar
A pocos metros encontraras
Como saciar tú sed de espíritu
No pude caminar
Pero ante la voz me arrastre
Como un gusano
Como una serpiente
Y logre llegar al oasis esquivo
Busque el agua con locura latente
Y tan solo me encontré con un libro
Era la biblia
Al abrirla
Desperté de mi sueño
autor
william jimenez t
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